CREACIÓN

Durante siglos la vidriera ha cumplido funciones específicas dentro de la arquitectura: cerrar y aislar el edificio del exterior, servir de soporte a un programa iconográfico y crear una iluminación interior formada por una luz no natural, distinta de la puramente física del exterior y con un contenido simbólico.

Vidrieras Barrio ha ampliando los recursos plásticos y las funciones tradicionales de la vidriera para adecuarla a las exigencias de la arquitectura actual. Son muchos los arquitectos, profesionales y responsables del patrimonio cultural que ven nuestro equipo como una herramienta complementaria capaz de aportar soluciones artísticas, novedosas y de gran calidad y creatividad.

REINTEGRAR Y COMPLETAR

Reintegrar no significa imitar sino continuar un programa incompleto de vidrieras  sin alterar la coherencia del conjunto.

Nuestras creaciones en edificios históricos siguen un minucioso proceso de elaboración. Se realiza un análisis histórico, artístico, iconográfico y técnico de los vitrales existentes y se valora el funcionamiento de las nuevas vidrieras como elemento no solo desde el punto de vista estético sino cromático y regulador de la luz.

Más allá de devolver al edificio la iluminación coloreada, simbólica y transformadora del espacio, del ejercicio de coherencia y respeto en el proceso de integración,  nuestro objetivo es recuperar y traducir los elementos plásticos propios del lenguaje vidriero de la antigüedad en equivalentes contemporáneos, manteniendo los valores materiales y culturales del conjunto arquitectónico y aportando obras de gran calidad artística

 

OBRA